Lourdes Tibán, la mujer fuerte de los indígenas

Precandidata presidencial por el movimiento Pachakutik, Lourdes Tibán cuenta con un amplio recorrido político que la ubica entre las figuras más reconocidas en el Ecuador. Su incursión en la política como secretaria del diputado Leonidas Iza en 1997 dio inicio a una carrera que continúa hasta el día de hoy en que se desempeña como asambleísta nacional por Cotopaxi.

Vinculada a la izquierda y los movimientos indígenas, participó del gobierno de Lucio Gutiérrez como subsecretaria del Ministerio de Bienestar Social (2003) posteriormente,  trabajó como secretaria del Consejo de Desarrollo de Pueblos y Nacionalidades Indígenas (Codenpe) del cual se desvinculó en medio de un escándalo por malversación de fondos. Llegó a la Asamblea Nacional en las elecciones de 2009 siendo reelegida en 2013.  Esta amplia trayectoria ha hecho que su imagen se consolide y tenga fuerza en los medios de comunicación, lo cual es un punto a su favor. Esta atención que recibe de los medios se vincula también a su férrea oposición al presidente Rafael Correa, postura que la ha unido a políticos de tendencias antagónicas a la suya como el partido Social Cristiano, con el que no tienen, aparentemente, nada más común.

Lourdes Tibán representa, en teoría, a las bases indígenas de la sierra ecuatoriana. Su amplio reconocimiento y el espacio que le brindan los medios hacen que sea una carta fuerte de Pachakutik, que como varios de los partidos políticos de la oposición, espera llegar al poder en 2017. A pesar de la gran responsabilidad de representar a los indígenas, su trabajo no ha trascendido pues no hay un proyecto con el cual se la identifique, más allá de su oposición al gobierno al que ataca continuamente en redes sociales y cada vez que tiene oportunidad de hablar públicamente.  Su carácter fuerte y chabacano la hacen foco de atención por donde va, sin embargo no usa ni su retórica ni su imagen para promover una gran iniciativa por el país. Las dudas frente a su candidatura son varias pues aún  no existe un plan de gobierno por parte del movimiento al que representa, siendo la confrontación su única herramienta en un país que apela a la reconciliación nacional.

De cara a las próximas elecciones, Tibán no ha mostrado sus propuestas en caso de ser elegida. El fin de semana pasado fueron las elecciones primarias de Pachakutik donde quedó en primer lugar, pero en un escenario donde hubo un ausentismo de más del 90% de los votantes adherentes a su partido. Los ecuatorianos nos preguntamos ¿Qué medidas económicas tomará para enfrentar la crisis? ¿pactará con CREO o los socialcristianos? Todas estas interrogantes se suman al desgaste que tiene la oposición frente a un electorado joven que espera nuevas propuestas y rostros que no estén involucrados a antiguos y nefastos gobiernos como el de Gutiérrez, por ejemplo.

Tibán de algún modo representa a esa vieja manera de hacer política, la de las alianzas trasnochadas y los escándalos en tv, esa que los ecuatorianos han ido dejando de lado estos diez años, su fortaleza sin embargo estará en ver si logra sacar provecho de su posición de mujer indígena.