Lo ha
dicho varias veces, no sabemos si como estrategia o decisión final: Jaime Nebot
no será candidato en las elecciones presidenciales del 2017. A pesar de esto,
varios sectores, movimientos políticos y hasta medios de comunicación no dejan
de verlo como una opción presidenciable debido a los “logros” que ha obtenido a
lo largo de su carrera.
Nebot
aparece en la escena política en 1984 al ser designado como gobernador de la
provincia del Guayas durante el gobierno del ex presidente León Febres Cordero.
Este primer cargo evidencia su posición alineada a la derecha más conservadora
del país, posición que mantendrá durante todos sus siguientes cargos hasta el
de hoy como alcalde de Guayaquil. En el año 1984 hechos como el abuso de poder,
torturas, desapariciones y el uso desmedido de la fuerza frente a ciudadanos
marcaron su participación política. Ya en 1998 Nebot fue diputado por la
provincia del Guayas hasta el año 2000 cuando se postuló a la alcaldía. Participó
también como candidato presidencial en dos ocasiones en los años 92 y 96 resultando
perdedor en la segunda vuelta en ambas ocasiones.
Frente
a este largo historial es válido preguntarnos, ¿qué nos ofrece Nebot en caso de
llegar a la presidencia? Desde su gestión como alcalde, la regeneración urbana
es una de sus principales fortalezas; sin embargo esta se ha hecho mediante el
abuso, estigmatización y hasta el ocultamiento del trabajo informal en
Guayaquil. Nebot ha trabajado desde
siempre para la clase media y alta priorizando sus demandas. En caso de llegar
a la presidencia sería absurdo pensar que dejaría de responder a estos
intereses sino que esto, más bien se profundizaría a nivel nacional dejando
rezagados a los sectores populares.
De
todas formas no hay que quitarle merito a su amplia trayectoria, que le da un
conocimiento sobre cómo se maneja la política pública del país y además le ha
permitido tejer relaciones que podrían servirle de base y apoyo. La denominada
“Unidad” a la que plegaron algunos sectores del país es un ejemplo de cómo su
imagen puede convocar a la formación de una plataforma política que le
permitiría gobernar coordinadamente a
favor de sus intereses, yendo de la mano con el sector empresarial que se ha
mostrado como uno de sus aliados.
Los
medios de comunicación juegan también un factor importante al moldear la
opinión que la gente tiene de Nebot, lo que es una ventaja para él. Durante años la imagen de la autoridad
abusiva que se sintió con fuerza desde el 84 hasta el 2000 se ha transformado
gracias a medios como El Universo, Expreso y Ecuavisa que se han encargado de
mostrar siempre su rostro más amable y humanizado, ocultando muchas de las
falencias que se cometen aún ahora desde la alcaldía.
Pero la
propuesta de Nebot no llega a todos los sectores y no sobrepasa los límites de
una región en la que evidentemente los intereses son diferentes a los de otros
sectores del país, como los campesinos de la Sierra, por ejemplo. Es por esto
que en 1992 y 1996 su proyecto no cuajó en el electorado. Veinte años después,
el panorama no se muestra del todo alentador, en el fondo poco ha cambiado su
visión del Ecuador.
Gabriel
Ramírez
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