HORMIGÓN Y HIERRO PARA LA GOBERNANZA DE LOS RECURSOS NATURALES



El Ecuador, un país caracterizado por una dependencia del petróleo con una sobreexplotación de recursos naturales, ha intentado en sus últimos 9 años llevar un cambio estructural en la programación de una economía en base a la buena gobernanza de los recursos naturales. Para ello, el Gobierno Nacional le ha apostado al desarrollo de una política pública acompañada de una planificación que es parte del llamado Cambio de Matriz Productiva.   

Siendo el Ecuador parte de una región que cuenta con las principales fuentes de oxígeno y agua dulce para el planeta, el uso responsable de este recurso vital puede contribuir a una reconfiguración de las relaciones de poder en el país. El manejo adecuado de este recurso es parte de la construcción de megaproyectos en estos últimos años, que no solo tratan sobre el control de inundaciones sino también sobre la generación de energía hidroeléctrica y la generación de un modelo post petrolero.

La sinergia entre el marco jurídico, de derechos ciudadanos y de la naturaleza ha replanteado la definición de los sectores estratégicos, dotándole de una institucionalidad que fortalece cada sector y dándoles una oportunidad quienes históricamente han sido excluidos. De esta forma, el Gobierno Nacional promueve al Ecuador como uno de los países con una de las matrices eléctricas más limpias del mundo.

La eficiencia energética es un eje central de la política sectorial puesto que apunta a contribuir a la preservación de los recursos naturales del Ecuador y a mitigar el cambio climático. Por eso se construye un Plan Nacional de Eficiencia Energética, el cual contempla beneficios para el ambiente. Es así que con la entrada en operación de las 8 hidroeléctricas se evitará más de 8 millones de toneladas de CO2 al año.

Esta nueva política pública del Estado ecuatoriano, ha dado como resultado un megaproyecto: Coca Codo Sinclair, la central hidroeléctrica más importante del país. Con ella, nos hemos posicionado como el quinto mejor país en seguridad energética, detrás de potencias mundiales como Canadá, Dinamarca, Estados Unidos y Reino Unido.

Por otro lado están los 6 megaproyectos hídricos, 4 de ellos para control de inundaciones: Múltiple Chone, Bulubulu, Cañar y Naranjal; y 2 multipropósito: Chóngón San Vicente y Daule Vince (Dauvin); cuyo beneficio está en el riego y tienen una inversión de más de $ 1000 millones, representando un ahorro de casi  $ 250 millones.  

El hormigón y el hierro que son parte de estas construcciones llevan un componente social importante, por cada dólar invertido en control de inundaciones, se ahorra casi $ 10 por construcción o recuperación. Sin contar las plazas de trabajo generadas durante cada obra.

De esta forma, son 330 mil Ha. protegidas contra inundaciones y beneficiadas de riego, según datos de Sectores Estratégicos, lo cual significa que el beneficio será para más de 540 mil habitantes, que durante años vivieron la incertidumbre de verse indefensos ante los efectos del Fenómeno de El Niño. Muchos recordarán, como este evento natural en 1997 y 1998 dejó más de 30 mil damnificadas, con unas pérdidas de $ 46 millones y afectaciones a más de 32 mil Ha.

Finalmente, otro megaproyecto emblema de la planificación en este periodo, es la construcción a futuro de la Refinería del Pacífico, que es parte de una visión integral del desarrollo económico del país y el Cambio de la Matriz Productiva. Esta obra permitirá al país fortalecer la soberanía sobre el consumo de derivados que generarán nuevos polos de desarrollo industrial. Una infraestructura que busca ser de primer orden y con tecnología de punta y que garantizará el cambio del país desde un modelo exportador de un bien primario como el petróleo a ser un país exportador de productos con valor agregado.

De esta forma, los megaproyectos dejan de ser simplemente inversión en material de construcción para convertirse en parte de una planificación aún mayor, que no solo responde a un desarrollo social local y focalizado según el sector, sino que además es parte de un cambio necesario en el modelo económico del país.


Redacción Atento Ecuador
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