Hace unas pocas
décadas, el fútbol se convirtió en el deporte más popular hasta convertirse en
la actualidad en un fenómeno social, y pese a todo lo que se pueda decir en su contra,
puede, incluso, copar el nivel político y ser un instrumento que nos lleva a
olvidar nuestras diferencias cuando nos cobijamos todos bajo una misma camiseta
(la de nuestro país) consolidando, aunque sea momentáneamente, la unidad
nacional en torno a la selección. El Ecuador, obviamente, no es la excepción.
Cuando la selección de Ecuador juega un partido a nivel internacional el país
se paraliza durante su actuación y todos, bueno todos a quienes nos gusta el
fútbol, olvidamos preferencias religiosas y políticas para apoyar a nuestra
bandera.
Uno de esos
episodios de unidad nacional se reeditará en pocas horas, cuando la Copa
América, el torneo internacional de fútbol más antiguo del mundo, comience en
Chile y reúna a diez selecciones nacionales que son parte de la Confederación
Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) y a dos equipos invitados de la CONCACAF (La
Confederación Centro y Norteamericana). El jueves 11 de junio de 2015 se
inaugura este evento que miles de hinchas esperan cada cuatro años y como plato
fuerte de la primera jornada, nuestra selección se enfrentará al anfitrión.
La novedad en
nuestras filas es que este año estrenamos nuevo técnico y, por ende, nueva
plantilla de jugadores. Como siempre, los hinchas ambicionamos algún logro
representativo que nos haga olvidar la actuación que tuvimos en el Mundial de
Brasil 2014 donde fuimos eliminados en primera ronda. La tricolor incursionará
por vigésima sexta ocasión en el torneo continental y ahora lo hará de la mano
de un técnico argentino nacionalizado boliviano, quien llega a la selección
tras dos décadas de escuela colombiana en el balompié ecuatoriano.
Según los
expertos, la selección del Ecuador no está en el grupo de favoritos para
llevarse este título, pero en el fútbol siempre hay alguna sorpresa que rompe
la lógica de las estadísticas. Sabemos que nuestra tricolor no atraviesa su
mejor momento y que las ausencias de figuras internacionales como Antonio
Valencia (Manchester United) y Felipe Caicedo (Espanyol) nos restan fuerza,
pero hasta el más neófito de los aficionados anhela que superemos el desempeño
que hemos tenido en Copa América, que, ciertamente, no ha sido de los mejores,
salvo dos cuartos lugares en las ediciones de 1959 y 1993.
Como amantes del
futbol estaremos atentos a la participación de nuestro querido país en este
torneo y claro que respaldamos a nuestro plantel, pero a la vez –y esto ya
haciendo una lectura más fría de las circunstancias- no debemos sorprendernos
si la cosecha es de resultados adversos. No olvidemos que este nuevo ciclo
empieza de cero, que el técnico aún está buscando el estilo y la personalidad
de juego que impondrá el equipo, y que aún resta un trabajo de relojero para
pulir y afinar las piezas de todo ese engranaje que es la selección.
Juan Andrés López
Juan Andrés López
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