Peregrinaje, viaje o simple pérdida de tiempo

Hoy quiero jugar con el concepto del peregrinaje para hacer referencia a una particular forma de hacer política en especial en países como este donde todavía tenemos una institución que no es estable y que lucha por consolidarse. Existen varias corrientes que sostienen que los periodos de inestabilidad son el fruto de un mal funcionamiento de las instituciones sin embargo es su efectiva capacidad para responder a los conflictos lo que ha garantizado el éxito de los partidos políticos más “exitosos” de los últimos años (AP incluido) surgidos como resultado del requerimiento para resolver, evacuar y mermar condiciones de desigualdad casa adentro.

Resulta indispensable dividir la historia democrática de este país en dos periodos; antes de Correa y luego con Correa así entonces hay actores que vienen desde la época “antes de Correa” y que ahora navegan con distintos grados de éxito el escenario con Correa. Uno de esos personajes es Andres Páez (auto nombrado el defensor de los ecuatorianos frente a la “dictadura”[1] de Rafael Correa) quien carga a sus espaldas con al menos 20 años de experiencia en la política y al menos 12 años como Asambleísta originalmente afiliado a la ID se deshizo de este vehículo electoral cuando se hizo evidente su inminente desaparición y se afilió al partido del banquero Guillermo Lasso CREO (vehículo electoral de la derecha para acceder a la Presidencia)

Este aparente viaje de ideologías del centro izquierda a la derecha podría mostrar por un lado un cambio de “corazón” en Andres Páez o ser más simple aún y reducirse al reconocimiento de la falencia de la ahora extinta ID para mantenerlo en el poder y así necesitar de un nuevo vehículo. La ID de los años 90 que llegó a sentar un Presidente en Carondelet no guardaba ninguna relación con la ID de la cual se deshizo casi sin ceremonia Andres Páez en el 2013 y él lo sabía su peregrinaje ideológico se convirtió entonces a mi juicio en un viaje concertado con el objeto de mantenerse cerca del  poder.

Ahora, este viaje aparentemente habría cumplido con los objetivos de Andres Páez (mantenerse en el poder) veamos si en cambio para nosotros los ecuatorianos (quienes pagamos su sueldo) no ha resultado por el contrario en una pérdida de tiempo; un indicador para un Asambleísta resulta a mi juicio el número de Proyectos de Ley presentados (no hablo de asistencia ni de votaciones) en el 2009 presentó 13 proyectos de los cuales 7 fueron publicados, este valor ha ido consistentemente cayendo durante los últimos años a 5 proyectos en el 2012 sin tener ninguno publicado, 3 en el 2013 todos archivados y ninguno en el 2015. Así, entonces parecería que  para nosotros al menos esto ha terminado por convertirse en una pérdida de tiempo.

Quiero cerrar este post llamando la atención a la frase con la que Andres Páez da la bienvenida a su blog en la Asamblea “Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente” a mi juicio aquella noción de peregrinaje (curiosidad) se perdió cuando encontró que la puerta original (en este caso la ID) se cerró favoreciendo así que “haga otra puerta” y se afilie a Creo y ahora finalmente a su juicio lo maravilloso que vendrá es seguir en este viaje (ya no con curiosidad) hacia su último objetivo estar mucho más arriba en el poder. Pero lo cierto es que resulta una pérdida de tiempo pues en este juego de la política terminará por quemarse.

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[1] No voy a entrar a discutir los méritos de esta calificación en este escrito pues me alejaría del objetivo que quiero tratar aquí y que hace referencia al “peregrinaje” en democracia.

Tomás Ojeda

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