FRAGMENTACIÓN DE LA REPRESENTACIÓN ELECTORAL ¿A QUIÉN BENEFICIA?


El cierre de la inscripción de candidaturas para las elecciones seccionales de marzo de 2019 ha puesto de manifiesto un fenómeno político de envergadura: el récord de postulantes para los cargos de elección popular. Si bien esto podría ser alentador en términos de un incremento de la participación ciudadana y la cultura política de los ecuatorianos, dispuestos a incursionar en el campo político para encontrar soluciones a los problemas cotidianos de los ciudadanos, también puede ser interpretado como una fragmentación provocada por las acciones del gobierno de Lenin Moreno y de los responsables de la Función Electoral nombrados por un Consejo de Participacion Ciudadana y Control Social Transitorio, que han buscado forzadamente no permitir la participación electoral de los simpatizantes del ex Presidente Rafael Correa, al mismo tiempo que han atacado la legitimidad ética, electoral y políitca de Alianza País.  

Es así que comparado con otros procesos electorales recientes, el número de candidatos aumentó en 176%, alcanzando los 77.838 candidatos inscriptos; lo cual aun no representa la cifra definitiva en tanto el período para realizar impugnaciones se encuentra habilitado hasta el próximo 05 de enero. Sin embargo, si se tienen en cuenta los datos históricos se evidencia claramente que en las tres contiendas electorales seccionales pasadas la cifra de candidaturas se mantuvo relativamente estable: para las elecciones seccionales de 2004, se presentaron 27.444 candidatos; para las de 2009, 31.910 mientras que en 2014, la cifra alcanzó los 28.180 candidatos.

Ahora por el contrario, se observa un abultado crecimiento de candidaturas, fenómeno que básicamente responde a una fragmentación de la representación política que coincide con la atomización y proliferación de organizaciones políticas. En este sentido, si se tiene en cuenta el número de organizaciones políticas, en las elecciones seccionales de 2014, 223 organizaciones políticas presentaron candidatos. Para las elecciones seccionales de 2019, son 278 las organizaciones que presentan candidatos. Solo por poner un ejemplo: en el 2014, 12 organizaciones nacionales presentaron candidatos. Para 2019, lo hicieron 21 organizaciones políticas nacionales.

Si bien este fenómeno tiene múltiples aristas, pueden mencionarse entre las más importantes los problemas que enfrentan los partidos y organizaciones políticas a la hora de representar a los ciudadanos, seguido por la falta de causas comunes que faciliten el agrupamiento de organizaciones pequeñas e intermedias, la imposibilidad de llegar a acuerdos políticos para la conformación de frentes, pero también y una de las más importantes, que mencionamos anteriormente, el debilitamiento y la –casi- inexistencia del Movimiento Alianza PAIS que terminó por generar un vacío de poder en muchos territorios que propició el surgimiento de múltiples organizaciones políticas locales. En este sentido, las elecciones seccionales de 2019 presentan una novedad respecto a la maquinaria electoral y a la transferencia de votos que –claramente – operó en muchos territorios en las pasadas elecciones de 2014.

Si bien Alianza PAIS ha tenido dificultades en consolidarse como una estructura político partidaria fuerte, a través de la formación de cuadros y la conformación de una militancia orgánica y sostenida en el tiempo, no es menos cierto que en estos 12 años operó como una instrumento electoral – en muchos casos no con los mejores candidatos – pero si con una maquinaria de campaña impecable que colocaba en el centro de la estrategia de campaña al propio presidente  Rafael Correa. No obstante, vale la pena preguntarse ¿A quié termina beneficiando esta fragmentación política y, a su vez, sobrerepresentación política de candidatos?

Pues por un lado, el gobierno seguramente buscará posicionar la narrativa que en este “nuevo momento donde se respiran aires de libertad” se ha motivado y promovido la nueva representación política que “antes era monopolizada por la dictadura de la Revolución Ciudadana”. Es decir, el gobierno y sus amigos “reinstitucionalizadores y salvadores del país” apuntarán a legitmar este periodo de transición a la vez que buscarán mostrar “el nuevo cambio de democracia” que dicen vive el país.

No obstante, por otro lado y seguramente el más beneficiado de este escenario preelectoral será Jaime Nebot, viejo actor de la políitca que con Rafael Correa nunca hubiera podido ni soñar ser presidenciable, quien ahora aprovecha de esta segmentación de la representación política para utilizar sus viejas estrategias clienterales para ganarse el favor de estas organizaciones o como diríamos en argot popular “pescar a río revuelto” entre ex militantes de Alianza País desde sus movimiento locales y ofrecimientos de no tener problemas ni en Contraloría ni en Fiscalía. Esa es la nueva realidad del país.

Lo cierto es que, este gobierno ha negado la participación libre y democrática de al menos un 30% de la población que aún sigue identificándose con el proceso de la Revolución Ciudadana y eso podría poco a poco convertirse en una olla de presión que solo el tiempo y el repensar en un nuevo proyecto de unidad permitirá definir los escenarios futuros para nuestro país.
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2 comentarios

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Unknown
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5 de enero de 2019, 8:39 delete

EVIDENTEMENTE HAN HECHO EL TRABAJO SUCIO QUE LE CONVENIA A NEBOT... DOLOROSO POR EL RETROCESO QUE HA SUFRIDO LA PATRIA... HEMOS REGRESAAD A LAS VIEJAS PRACTICAS POLITICAS DE HCE 35 ANIOS

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6 de enero de 2019, 6:43 delete

EL DESCALABRO TOTAL DE LA YAAAAAAAA EXXX-ALIANZA 35PAI$....ESTAMOS VIENDOLA DESDE YAAAAAAAAAA....DE TAL FORMA QUE SOLO TENDREMOS UN GRAN MOVIMIENTO RC5.....CON EL QUE TENDREMOS AL MENOS 10 PREFECTOS, MAS DE CIEN ALCALDES Y MUCHISIM@S CONCEJALES EN 20 PROVINCIAS DE LA PATRIA-QUERIDA.ec...!!!!!!!!!!!!!!

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