Ecuador, ejemplo latinoamericano en el ejercicio de derechos




Visita delegación Hondureña, foto La Tribuna
Días atrás Ecuador recibió la visita de una delegación de Honduras, que llegó para aprender y replicar una experiencia exitosa que nuestro país lleva a cabo desde hace algunos años: la atención, inclusión y reivindicación de los derechos de las personas con discapacidad.

Esta noticia, pasó casi inadvertida para la mayoría de medios de comunicación, debido a que el enfoque de su agenda estuvo dirigido hacia lo que para ellos era lo único importante: las marchas y las salvaguardias; por ello, los ecuatorianos dejamos de percibir que ahora el país tiene algo positivo que enseñar y exportar al mundo, además del banano, el petróleo y las rosas.

Cuando algunos hacen un recuento de los cambios más importantes que el país ha vivido en los últimos años, se reivindican las carreteras de hormigón, las mega obras de infraestructura como la refinería y las hidroeléctricas, la renegociación de contratos con transnacionales del petróleo y telecomunicaciones, que evidentemente ya marcaron un antes y un después en la historia de este pequeño país latinoamericano. Pero a veces, y sin pretender por un segundo menospreciar estas importantes obras, se pasa por alto quizá uno de los principales cambios que como Estado ha logrado revolucionar los corazones y la mente de todos los ecuatorianos: el reconocer, incluir y respetar a las personas con discapacidad.


Visita Diputadas de Paraguay, foto El Universo
Este cambio que apunta a una transformación social, sin duda de las más difíciles de alcanzar, es ahora nuestra carta de presentación al mundo. Esta experiencia que ahora podemos exportar, no es discutida en ninguno de los Tratados de Libre Comercio, ni paga ningún tipo de arancel; quizá es por eso que para muchos voceros y pseudo líderes políticos resulta ventajoso  invisibilizarla, pero a juicio de cualquier conciente, este es uno de los logros que más orgullo debe generar y una transformación que debemos defender para no retroceder en lo avanzado.

Este cambio estructural que como sociedad hemos emprendido, pues ha sido profundo, paulatino y consistente, a lo largo de estos últimos ocho años, es visto desde fuera del país y señalado como ejemplo y paradigma de cómo un gobierno reconoce y promueve el ejercicio de derechos. En este sentido, hace más de un año, la ONU reconoció la labor que el Ecuador ha hecho en esta materia, destacando que el trabajo sistemático de asistencia médica, psicológica, humana y social, con un enfoque de derechos aplicado en cada uno de los rincones del país, ha sido una tarea loable, “digna de felicitación, que debe ser replicada”.


Misión Manuela Espejo, fotografía: Agencia Andes
Ecuador se ha convertido en un  referente latinoamericano en políticas de inclusión social. Las cifras hablan por sí solas; la "Misión Solidaria Manuela Espejo", ha atendido más de 360.000 personas a nivel nacional. Gracias a la Ley Orgánica de Discapacidades más de 78.000 personas con discapacidad han sido insertadas laboralmente y alrededor de 19.000 familias han recibido viviendas; y con la Ley de Comunicación el acceso a la información, a través del lenguaje de señas, es ahora un derecho que todos lo pueden ejercer. El Gobierno, complementa esta ayuda con una sólida estrategia de inclusión en la que se procura que las personas con discapacidad y sus familias tengan alternativas de desarrollo productivo y sean ciudadanos activos en la vida económica del país.

Ejemplos como las misiones Manuela Espejo y Joaquín Gallegos Lara, son la muestra que en Ecuador podemos hacer grandes cosas y ser señalados por el resto del mundo de manera positiva. Es tiempo entonces, que dejemos de lado la polarización política y pongamos por encima de todo el mayor interés que nos une, el nombre de nuestro país y su bienestar. Sintamos orgullo de los logros alcanzados, que no tienen ningún color de partido, y defendamos con vehemencia que se mantengan programas y políticas como estas.
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