Sin tregua a la delincuencia


“Todo era un infierno” es una frase muy común entre moradores del sector cerro Las Cabras del Cantón Durán (provincia del Guayas). Ellos ahora admiran incrédulos la transformación que vivió su barrio y su cotidianidad. Bandas delictivas que comercializaban drogas y efectuaban asaltos y crímenes tuvieron secuestrado este espacio durante la última década apropiándose de la tierra e instaurando su propia ley. Los moradores de Cerro Las Cabras prácticamente se recluyeron en sus hogares para no ser víctimas de la delincuencia. 11

La tranquilidad que requería esta comunidad llegó finalmente tras un mega operativo ejecutado el 24 de enero por el Ministerio del Interior junto con la Policía. Cerca de 500 efectivos se desplegaron en la zona por vía terrestre y aérea para recuperar los espacios públicos. El operativo tuvo como saldo ocho personas detenidas, varias casas allanadas e incautadas decenas de dosis de droga “H” y cocaína. A partir de esta intervención José Serrano, ministro del Interior, afirmó que el trabajo en el sitio será articulado e integral, y comprende tres etapas: la erradicación del microtráfico, la recuperación de espacios públicos (a cargo del Municipio de Durán) y la asistencia a adolescentes y jóvenes consumidores de alcaloides.

Una vez controlado el problema delictivo y con el objetivo de garantizar la soberanía ciudadana, se instalaron dos Unidades de Policía Móvil que vigilan constantemente el sector para prevenir el consumo y comercio de drogas, así como la delincuencia. Hasta el momento se han aprehendido a varios microtraficantes. Varios uniformados custodian cada uno de los 24 accesos de ingreso al barrio con el fin de conocer quien llega o sale del cerro Las Cabras. 

Adicionalmente empezó a funcionar la Secretaría Técnica de Drogas que apunta a garantizar un futuro sin drogas a los jóvenes.  

Por primera vez en varios años Jairo Zambrano, habitante del sector, pudo caminar tranquilo junto a su esposa y su pequeña hija sin tener miedo a ser atracado. Al fin tiene la certeza de que su barrio está protegido de la delincuencia. “El cambio se nota, antes había robos y venta de droga a plena luz del día”, afirmó Zambrano.

Con escoba en mano María López junto a cientos de moradores y 500 cadetes de policía, acudieron a la cancha de la Virgen de la Merced para realizar una minga de limpieza. El objetivo fue socializar y generar lazos entre la comunidad y la policía. “Estamos felices de poder vivir tranquilos y sin preocuparnos de los ladrones” señaló López. La minga se complementó con una misa en la iglesia ubicada en la cima del cerro, que reabrió sus puertas luego de permanecer cerrada por varios años.


La policía junto con otras instituciones realiza diariamente actividades de integración para prevenir a jóvenes sobre el uso de drogas. Ahora la comunidad siente un cambio, hay un ambiente de paz donde los más pequeños disfrutan y juegan libremente. El cerro Las Cabras vuelve a tener paz y tranquilidad para sus habitantes. 

Ramiro Paz 
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