El terremoto que ocurrió en el Ecuador el pasado 16 de abril tuvo 7.8 grados en la escala de Richter y dejó más de 29 mil desplazados. El 80% del impacto lo recibieron las zonas de Manabí y Esmeraldas con un saldo de más de 650 fallecidos. Estamos hablando de una crisis humanitaria en la que 7000 personas perdieron sus viviendas y se encuentran al momento en albergues temporales y casas de acogida.
La Federación Nacional de Ecuatorianos con Discapacidad Física (FENEDIF) remitió una carta el 22 de abril al Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad, Lenín Moreno, para solicitar “su intervención ante organismos internacionales de cooperación en las causas humanitarias”. El objetivo es la gestión de recursos económicos internacionales que servirían para la realización del Proyecto “Viviendas para la Esperanza y la Accesibilidad”.
El proyecto de construcción de emergencia de 394 viviendas nuevas y asequibles para personas con discapacidad que fueron víctimas del terremoto es la respuesta de Lenín Moreno ante la iniciativa por reconstruir las zonas afectadas con condiciones mínimas de inclusión para los afectados.
La propuesta planteada por Moreno el 27 de abril consistió en que el FENEDIF aúne esfuerzos con el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (CONADIS), como contraparte gubernamental para este proyecto de emergencia. Además, planteó un perfil de proyecto para acudir a la comunidad internacional y nacional, en la cual se propone la construcción de viviendas asequibles para personas con discapacidad, que beneficiaría directamente a 15 000 personas en los municipios: Chone, Jama, Jaramijó, Manta, Montecristo, Muisne, Pedernales, Portoviejo, San Vicente y Sucre.
La aplicación de este proyecto comenzará en mayo de 2016 y se extenderá hasta octubre del mismo año. Pese a que las condiciones actuales no permiten exponer un monto definido, las aproximaciones iniciales indican que se requeriría USD 3 mil millones, en general, para la reconstrucción y recuperación de las zonas afectadas.
La entidad responsable de movilización de recursos será la Oficina de Lenín Moreno en Ginebra que promoverá la solidaridad de organismos, en reconocimiento de una emergencia que pone en peligro la vida de ecuatorianos con discapacidad al no tener una vivienda adecuada para su condición. “Se requiere de ciertos procedimientos de atención y de reposo necesarios para que no se desarrollen lesiones que puedan afectar gravemente su salud (por ejemplo, las úlceras por presión)”, como se explica en el documento que será socializado ante la comunidad internacional.
La FENEDIF creará una cuenta bancaria para los depósitos de las contribuciones y la administración del proyecto, con el fin de que si al evaluar las condiciones de las propiedades y sus ubicaciones se requiere de terrenos apropiados, se pueda coordinar con las instituciones de gobierno y las municipalidades para su adquisición. Además se propone una línea de apoyo para equipamiento de las viviendas.
Desde Ginebra la Misión Permanente del Ecuador ante las Naciones Unidas ha gestionado con organismos como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), la Cruz Roja Internacional y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos para movilizar no solo donaciones, sino técnicos y especialistas que puedan prestar atención prioritaria tanto a las personas con discapacidad como a aquellas que tras el terremoto hayan contraído una.
Así mismo se ha contactado con varias instancias y organizaciones que servirán de apoyo en el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas.
Sebastián Hidalgo
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